Actualizado el: 7/31/2025
Arsén Koshubliak
Estudié programación de verdad.
Sabía hacer las cosas bien.
Pero cuando empecé a ofrecer servicios, todo el mundo pedía WordPress.
Y cedí. Me equivoqué.
WordPress nació como plataforma de blogs, no como base para negocios serios.
Todo lo que se le añade son parches: pagos, formularios, automatizaciones… y todos fallan.
Entra un virus, se cae la web, los pagos no llegan, y nadie sabe arreglarlo del todo.
Otra vez parches. Otra vez tiempo perdido.
Segundo problema: esas webs van lentas.
Si tu página tarda en cargar, tu empresa ya da mala imagen.
Y cuando el negocio crece y necesitas que la web trabaje por ti.
Que registre ventas, te quite tareas, se conecte a tus sistemas.
Simplemente no puede.
No está hecha para escalar. Está hecha para “estar presente en internet”.
Yo hago justo lo contrario.
Programo sistemas estables, rápidos y fiables.
¿Crees que sale más caro? Haz números.
Un buen sistema puede costarte más de 3.000 €,
pero en varios años te ahorras miles: en hosting, en fallos, en caídas, en tiempo perdido, en ventas que no se escapan.
Si tu web no te da dinero, no te libera tiempo y no te deja dormir tranquilo, no es una herramienta.
Es una debilidad de tu empresa.
Y cuanto antes lo cambies, mejor.